jueves, 7 de noviembre de 2013

Una vida, una historia






Todos tenemos historias que contar. Nuestra propia vida es la historia más maravillosa jamás escrita. En ella hay amor, desamor, felicidad, infelicidad, alegría, tristeza y VIDA. Sí, VIDA con mayúsculas y todos y cada uno de vosotros deberíais entender el porqué sin necesidad de que yo, un don nadie, os lo explique.
Hace cosa de una semana hablaba con alguien que vive muy cerca y a quien conocí gracias a su blog, ahora cerrado, sobre mi vida. Ella me animó a escribir mis vivencias. Nuestra primera idea fue una novela, pero no tengo la confianza suficiente como para enfrentar semejante reto, así que me decidí por un blog. Y mi amiga me miró con mala cara. Ella no es partidaria de contar la vida de uno en la red. Yo tampoco, pero hay cosas que deben ser contadas aunque la pluma del escritor sea torpe.
Mi vida no ha sido fácil y me ha afectado en algunos aspectos importantes de mi vida, pero no ha sido mi pasado quien tomó las decisiones que me habrían de llevar de un lugar a otro, de una persona a otra, y por eso no puedo culpar a nadie sino a mí mismo de los errores cometidos.
La mía es una historia dura y triste, sí, pero también llena de amor  y esperanza. Y toda esa tristeza, todo ese amor y esperanza, me han reunido con el amor de mi vida, alguien tan especial, que no sé si mis vidas futuras bastarán para compensarla por el daño que le hice años atrás. Este blog, que leerá seguro, tal vez ayude a expiar mis pecados ante ella porque descubrirá cosas que no sabía sobre mí. Pero confío en ella, en su carácter y bondad y sé que no me juzgará duramente.
Pero, antes de lanzarme a escribir mi historia y llenar vuestro cerebro (y espero que también vuestro corazón) con mis historias y lamentos, permitidme que me presente. Me llamo Diyar y tengo treinta y nueve años. Nací en Turquía en el año 1974 y llegué a España en 1993. Apenas hablo turco porque cuando salí de mi país lo hice para no volver y eso también implicaba no mirar atrás ni para coger impulso. Por tanto soy español y me siento como tal. España me acogió con los brazos abiertos y me dio la oportunidad de estudiar y convertirme en el hombre que soy ahora. No reniego de mis raíces, pero siento que mi país de origen no me dio nada a lo que aferrarme, algo que me hiciese amarlo. Ni Turquía ni Alemania, porque soy turco alemán. Pero esto forma parte de mi historia y no es el momento (aún) de contarlo.
Antes de comenzar a contaros cómo llegué a este país, dejadme que haga un alto para agradecer a algunas personas su apoyo. Primero a Christian Black, porque su sola existencia me ha traído hasta aquí. Segundo a Noche Homoerótica por su discreción y sus silencios (tú ya me entiendes) y, tercero, a Piruja, que siempre me ha acogido tan bien (tú también me entiendes). Y cuarto, pero no menos importante, a la persona fundamental en esta historia (ILY).
En la próxima entrada comenzaré con la historia.
Gracias por leerme





4 comentarios:

  1. Hola Diyar, las gracias a ti por ser como eres y estar siempre, si tu recibes lo que recibes, es porque antes lo has dado tu:)
    Ansiosa de empezar a conocerte un poquito mas:)

    Besos.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. No sé qué contestar a eso. Solo quería darte las gracias :)

      Eliminar
  2. Buenas, como sabes lo mío no son la palabras, pero si decirte que aunque a veces no te das cuenta que por ser tal como eres, en mi caso me has regalo uno momento magníficos, que adoro nuestras pequeñas conversaciones, contigo es facil ser uno mismo no tengo que esforzarme (aunque a veces pueda darte dolor de cabeza entenderme). Aquí donde te conocí, aquí donde poco a poco te voy conociendo y que espero sea por mucho tiempo. Solo ánimo con este proyecto Un besazo.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Yo también espero que sea por mucho tiempo, porque he disfrutado y disfruto de nuestras conversaciones.
      Un beso, Yuss.

      Eliminar